Ahora que hemos empezado el año con buenos propósitos y entre ellos mejorar la calidad de nuestra alimentación, nos servirán algunos tips para organizar esa nevera repleta de vegetales. ;-)
Los ingredientes frescos forman parte de una alimentación vegana y saludable, así que almacenarlos correctamente será muy importante para que nos duren el máximo de tiempo posible en buen estado.
Muchas veces nos pasa que vamos al mercado y compramos vegetales frescos que se ven en perfecto estado pero al llegar a casa no los guardamos de la mejor manera posible y en 2 días tenemos una nevera con hortalizas marchitas o que huele mal con fruta demasiado madura y a punto de pudrirse.
Cómo almacenar la fruta y verdura para alargar su vida
Guardar estos productos frescos adecuadamente nos permitirá ahorrar dinero y nos facilitará llevar una alimentación más sana. Así que aquí van algunas recomendaciones.
1. Compra solo lo que necesitas
A veces nos pasa que vamos a la verdulería y vemos piezas de frutas y vegetales hermosos, que están de estación y con un precio rebajado, lo que nos provoca comprar de más. Así que regla número 1, compra solo la cantidad real que necesitas para los próximos 2-5 días, no pretendas que te duren una semana entera. Sólo será el caso de algunos tubérculos y raíces que bien guardados aguantarán hasta un mes entero.
Si te has pasado con la compra considera hacer conserva o congelar lo sobrante antes de que se dañe.
2. No cortes o peles los alimentos
Guarda el alimento entero. Si pelas la fruta o los vegetales, parte de sus células se rompen y microorganismos empezarán a crecer, así que es mejor evitar romper su piel y dejar el tallo intacto.
3. Mejor sin plástico
No guardes la fruta y las verduras dentro de una bolsa hermética, pues esto acelerará su proceso de marchitación.
Querrás prevenir la proliferación del moho que podría dañar todas las frutas y verduras guardadas en la misma bolsa. Así que tira inmediatamente los vegetales que estén pasados o reúsalos para preparar compost.
4. Ojo con el gas etileno
Asegúrate de que almacenas los diferentes tipos de frutas y verduras en grupos adecuados. Algunos desprenden niveles elevados de gas etileno (un agente de maduración), lo que provoca que maduren más rápido estos mismos y los otros vegetales y frutas de su alrededor.
Así que guarda los vegetales de hoja verde como la kale o las espinacas en un contenedor, y sepáralas de los melocotones y manzanas, ya que si mezclamos la fruta con la verdura, provocará que las verduras se pasen y se vuelvan amarillas en 1-2 días ya que son muy sensibles al gas etileno.
Si por lo contrario, si necesitas acelerar el proceso de maduración de un vegetal o fruta puedes usar este truco a tu favor.
Clasificación de frutas y verduras según cómo debemos almacenarlas:
Elevado contenido en gas etileno y se pueden guardar dentro del frigorífico: manzanas, albaricoques, aguacates, arándanos, melón, chirimoyas, higos, cebolla tierna, guabas, uvas, kiwi, mangos, nectarinas, papaya, maracuyá, melocotones, peras, caquis, ciruelas y tomates.
Elevado contenido en gas etileno pero deben guardarse en un lugar seco y mejor a oscuras: patatas, boniatos y plátanos
Muy sensibles al gas etileno, así que guárdalos separados de alimentos que lo producen: espárragos, plátanos verdes (no maduros), moras, brócoli, coles de Bruselas, repollo, zanahoria, coliflor, acelgas, pepino, berenjena, endivia, ajo, judías verdes, kale, puerros, lechuga, ocra, cebollas, perejil, guisantes, pimientos, frambuesas, espinacas, calabacín, fresas, canónigos y melones.
5. Los tubérculos fuera de la nevera
Guarda los tubérculos y raíces como las patatas, los boniatos, las zanahorias y la remolacha en un sitio oscuro, fresco y seco. De esta manera pueden aguantar un mes entero en buen estado.
No guardes las patatas en la nevera ya que pueden desarrollar más contenido en azúcares.
Por último, al realizar la compra, optar por productos ecológicos siempre que podamos debería ser preferencia pues tienen un valor nutricional más elevado que los de cultivo convencional.
Los fertilizantes químicos y los pesticidas pueden destruir los nutrientes de la tierra, como el azufre y el cromo que son vitales para nuestra salud. Así lo demostró un estudio realizado por “The Organic Center”que concluyó que los alimentos orgánicos son más densos nutricionalmente en un 61% de los casos, y que los alimentos convencionales tienen mayor contenido de nitratos, una componente considerado peligrosos para la salud.
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